Hace tiempo, ni mucho ni poco, conocí a alguien que si bien, era un chico de lo más normalito, a mis ojos NO. Le veía guapo, sexy, divertido y muy morboso, además, con una profesión de esas que “cazan malos”, que le hacía aún mas cautivador.
Empezó lo que puede llamarse una relación de “cada uno piensa lo que quiere”. Él, por su lado, solo quería divertirse y pasarlo bien, realidad que conseguíamos cada una de las veces que nos vimos, y yo, muy en mi papel, decidí enamorarle.
Y pasó lo que ocurre en todos estos juegos, que cada uno tiene sus reglas, la cuales, no tienen nada en común, ni tan siquiera, los efectos secundarios.
Con el paso de los días, no muchos gracias a mi Ángel de la Guarda, descubrí sus reglas y ni corta ni perezosa, le eché de mi vida. ¿Quién quiere en su vida a un embaucador, que folla como el mismísimo diablo? .. Así dicho, no suena nada mal, pero no era el momento.
Me fui con la sensación de que me llevaba algo que no era mío, “un paquetito de desamor” y decidí guardarlo. Nunca se sabe!
….. y he aquí, que ese paquetito volvería a su dueño …..
Sin saber muy bien por qué, tres meses después, recibí una llamada de él diciéndome que necesitaba hablar conmigo y pedirme perdón, ¿Quién puede resistirse a ver la degradación de un capullo insensible?. Quedé con él. Después de mil palabras de sentimientos modelo: “te he echado de menos”, “mi pasión por ti es verdadera”, (sinceramente, mi ego se estremeció pero no mi sentido común) pensé que meses atrás no había querido ser su aventura de invierno, ¿valdría la pena ser la de verano? , y no olvidemos que él había pasado a ser, “¿Y, tú quién eres?. Además, aún guardaba aquel paquetito que quería devolver… ¡¡cueste lo que cueste!!
Después de varias citas, donde sin quererlo hice que él se fuera más que “calentito”a casa, remate mi envite ayudada por mis ángeles. Sábado noche, Johnny Walker como compañero, él y yo. Zalamero como nunca, una vez más, me invitó a su casa y decidí, que esa noche, pondría la guinda a mi pastel. Cuando llegamos a su morada, se desnudó con tal rapidez que ni en las XX y estaba tan animado que me dio lástima estar pensando en mi venganza mientras él solo quería darme su amor … ¡¡INGRATA!! .. y aunque tenía muy claro que no quería, ni por mucho, terminar la jugada, no podía dejar de mirar ese culo tan en su sitio … ¡¡uuuuuuuuuff, de los mejorcitos que he visto!!.
Tal vez, alguna de vosotras, estaréis pensando que fui algo cruel pero pensad, por un momento, cada una de las veces que os hubiera gustado devolver lo que no es vuestro, ¿a que cambia el punto de vista? .. .es más, este se vuelve infinito.
Entre besos, abrazos y carantoñas empezó la cosa a ponerse seria, muy seria y no veía salida por ningún lado. Los juegos, las risas y los “espera, espera” se estaban acabando y yo, reza que te reza, para salir de esa situación y …..
…en pleno arranque de virilidad, en pleno frenesí y lokura … él me llamó Sara ...
¿Sara? ¿Sara?¿Quién es Sara? … tuve que hacer un gran esfuerzo para no echarme a reír, (con una gran y sonora carcajada) y gritar ¡¡GRACIAS A DIOS!! y saqué la gran actriz que toda mujer lleva dentro, ¡¡ooooohh … soy el recuerdo de un fantasma de tu pasado”, y algunas frases más que mejor no recordar. No estoy segura pero creo que incluso eché una lagrimita ….
Me puse mis zapatos y me fui, no sin antes mirar hacia atrás y verle allí, de pie, todo patético él, desnudo, con toda a artillería en primera línea de fuego y con la cara que se le queda a todo idiota después de haber perdido el polvo de su vida.
……… menos mal que le dejé su paquetito para que le hiciera compañía.
Yo me fui a dormir con una gran sonrisa.
Y por cierto, me quedé tan ancha!
...................................................................................by Peazitto.